Al trabajar a distancia, las mujeres deciden quién se entera de su embarazo
Algunas mujeres también decidieron revelar su embarazo a sus compañeros de trabajo desde el principio, a pesar de trabajar a distancia. Jacqueline Kim Perez, que trabaja en una empresa de cadenas de bloques o blockchain, anunció su embarazo en una reunión de la empresa durante el primer trimestre porque esperaba que sus compañeros la apoyaran. (Lo hicieron).
Otra mujer, que trabaja como reclutadora —y que pidió que no se la nombrara porque no les había dicho a la mayoría de sus colegas que está embarazada—, reveló la noticia a su jefe antes de lo que le hubiera gustado, porque necesitaba cierta flexibilidad para lidiar con un embarazo de alto riesgo. A pesar de que la tranquilizó, tenía miedo de cómo reaccionaría él. La contratación de personal es un sector que se rige por las métricas, dice, y sus cifras se resienten por el cansancio y el tiempo que emplea en acudir a las citas médicas, lo que cree que podría afectar negativamente a su carrera, diga lo que diga su jefe.
Darle menos visibilidad a un vientre en expansión no es suficiente para compensar las carencias de estar en una organización que no te apoya, sobre todo si el embarazo entra en conflicto con el trabajo, como cuando las citas con el médico se empalman con las horas de trabajo, o la fatiga, la náusea y otros síntomas usuales del embarazo interfieren con las responsabilidades laborales. Además, retrasar el anuncio a toda la empresa no quiere decir que las mujeres sufrirán menos prejuicio una vez que sean madres.
De cualquier manera, la mayoría de las mujeres a las que entrevisté concordaron en que era agradable tener la opción de actuar más como los futuros padres cuando hablan de sus bebés en el trabajo. Cuando por fin empecé a dar la noticia a algunos compañeros durante el tercer trimestre, disfruté hacer comentarios de mi gran cambio de vida durante la jornada laboral, especialmente cuando este me daba una patada en las costillas. Al mismo tiempo, me alegraba poder elegir cómo y cuándo sacar el tema a colación.
A medida que las empresas convocan a la gente a volver a la oficina, menos personas tendrán esa opción. Pero hay una parte de la experiencia del embarazo en el trabajo a distancia que puede reproducirse fuera de línea, dijo King.
“Algunas mujeres sí necesitan ayuda, y algunas mujeres sí quieren consideraciones especiales”, declaró. Pero, “hay que preguntarles a las mujeres qué quieren y qué necesitan y no suponer que lo sabemos”.
Sarah Kessler es editora sénior de DealBook y autora de Gigged, un libro sobre los trabajadores en la economía colaborativa. @sarahfkessler
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